29 de noviembre de 2010.- El SAD Majadahonda y FC Barcelona brindaron un soberano partido de hockey hielo, el sábado por la noche en "La Nevera" de la M-503, con un enfrentamiento repleto de alternativas en el marcador y disputado de poder a poder. Para los anales de la historia, nuestra historia, de nuestro deporte, quedará que Maria Gurrea se enfrentó enfundada en la elástica majariega al FC Barcelona. Ha sido la primera y eso, ni se lo podrá quitar, ni se lo podrá discutir nadie.
SAD MAJADAHONDA 7 – FC BARCELONA 9 (2-2, 4-3 y 1-4)
El FC Barcelona se llevó un partido extraordinario de hockey hielo en el que ambos entrenadores se mostraron soberbios en la gestión del banquillo. Tanto el entrenador majariego –Ernesto González- como el del Barça –Ramón Barón- …¡Albricias, dos entrenadores nacionales!…, volvieron a impartir un auténtico magisterio a la hora de mover, contra-restar, anticipar y neutralizar los movimientos de su rival. Luego, algo que se agradece: dejaron desarrollarse a sus jugadores en su máxima expresión y el resultado no fue otro que el agradecimiento de una repleta grada que al final del partido, ovacionó a ambos conjuntos.
Dicho lo cual, puede resultar un poco excesivo volver a reiterar la bisoñez del juego local en algunas fases del encuentro. Por ejemplo, cuando al inicio del segundo periodo, encajaron tres goles -dos de ellos en 23 segundos- y muchos de los parroquianos locales ya empezaban a hacerse a la idea que con un 2-5, los culés se escapaban. De esos cinco tantos, Juan Muñoz puso la rúbrica en tres de ellos.
Pero ante la sorpresa de la grada, lo que parecía iba a ser un paseo blaugrana, se convirtió en el mejor periodo de hockey jugado por los locales en mucho tiempo. Seamos sinceros: no es que el hockey desarrollado fuera de lo más ortodoxo, que tuvo sus cositas, con Carlos Zbroinski recuperado para la causa tras su aventura in-line. Su despliegue fue enorme, estuvo en todas, tanto en defensa como en ataque, fue el socio perfecto de todo aquel que pasara por ahí, tanto para recibirla como para entregarla y su gol, -algo con lo que llevaba peleado un tiempo-, fue una justa recompensa al completísmo encuentro que se marcó "Polaco". No sería justo dejar de nombrar al capitán –Javier Navarro-, que en defensa se jugó el tipo en varias ocasiones, acudiendo a la valla sin miramiento hacia su integridad física. Su partido fue irreprochable.
Así, con los locales dando la vuelta al marcador (6-5), se llegaría al segundo descanso, mientras que esos mismos jugadores acusados -quizá en exceso- de candidez, demostraron contar con algo que hace tiempo no se veía por "La Nevera": carácter y personalidad. Y con esas dos virtudes, también se ganan partidos. Lástima para ellos, que delante tenían a un equipo cargado de talento que salió en el tercero dispuesto a recuperar buena parte de la imagen dejada en el segundo.
El último periodo se le hizo largo al Majadahonda y cuando Alex Pedraz consiguió adelantar por última vez a los locales (7-6) a falta de casí 14 minutos por disputarse, se veía que el gol de la igualada culé caería de maduro. Y así fue, en una jugada desgraciada, indigna de un partido tan hermoso. Didkovsky agradeció el regalo en un clamoroso error defensivo, para marcar su segundo e igualar la contienda de nuevo 7-7 con más de seis minutos por delante.
Lo que vino a continuación es complicado explicar. No es de extrañar que nuestro Director Técnico –Karlos Gordóvil- esté deseando que el jugador en cuestión cumpla sus dos años de vigencia en nuestra Liga para que pueda ser "elegible" de cara a formar parte de la Selección Nacional. Adrián Sosa, el oriundo que porta el dórsal número 10 heredado de Bernet –tranquilo Jordi, tienes un dignísimo sucesor-, firmó uno de los goles mas bellos que se hayan visto en muchísimo tiempo. Y ahí los majariegos se hicieron jirones. Quizá fue demasiado castigo, pero el deporte, el hockey hielo en este caso, solo entiende de goles a favor y goles en contra.
Ernesto González lo intentó hasta el último suspiro, sacando a su portero y metiendo un sexto jugador, jugándose el todo por el todo en el tramo final del partido, y a punto estuvo de salirle con Zbroinski errando el disparo que hubiera forzado la prórroga. Morer daría la puntilla con el 7-9 definitivo pero ya daba igual.
En cuanto al debut histórico de Maria Gurrea -dio cinco cambios-, es evidente que atrajo a más público de lo habitual a la pista y eso siempre es algo positivo. Como también lo es que gracias a ella, toda esa gente que acudió a ver a una mujer entre hombres, lo que terminó haciendo fue disfrutar de un grandioso partido de hockey hielo. Sería conveniente que no nos quedáramos con la anécdota, por el bien de la interesada y por supuesto, por el bien de nuestro hockey.
Moisés Molina
Dpto. Prensa Hockey Hielo / FEDH